El arte puede ser una herramienta poderosa para fortalecer la salud mental de los niños. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), actividades como escuchar música, bailar, ir al teatro, leer
o un museo pueden tener beneficios duraderos para la salud emocional, además de generar impactos positivos en la autoestima.
La participación en actividades creativas puede mejorar el estado de ánimo, reducir el estrés, promover el crecimiento personal y facilitar la comunicación no verbal.
La s diversas expresiones artística se ha demostrado que reduce los niveles de estrés y fomenta la calma mental, y la creatividad puede ser una forma de meditación activa y una vía para encontrar calma y serenidad.
En el aula, el arte puede ayudar a los niños a expresar sus sentimientos, mejorar su autoconocimiento y desarrollar el pensamiento creativo y la imaginación.
Por lo tanto, fomentar la participación en actividades artísticas y la creación de espacios artísticos en el entorno de los niños puede contribuir significativamente a su bienestar emocional y su salud mental.